20 septiembre, 2008

¿Enseñan más los ordenadores que los libros?


¿Enseñan más las computadoras que los libros? ¿Los alumnos aprenden más y mejor con las tecnologías digitales que con el material escolar tradicional (libros, cuadernos, pizarras? Como docente y pedagogo la respuesta será "depende". Depende de muchos factores (del profesor, de las actividades realizadas, del interés y motivación de los estudiantes, ...). Enseñar y aprender son fenómenos complejos.

Todo esto viene a cuento porque he leído en CiberPaís -el suplemento de nuevas tecnologías del periódico EL PAÍS- una noticia titulada Los niños con ordenador mejoran más, sobre todo en matemáticas realizado por el Parque de Innovación La Salle, Toshiba y el parvulario de La Salle Bonanova, en Barcelona. Según dicha noticia, es el primer estudio europeo sobre el impacto de las tecnologías en la educación y el aprendizaje en niños de 3 años. Una descripción más detallada del diseño y resultados del estudio puede verse enNoticiasdo.com

Entre las características del mismo se indica que:
"El estudio ha sido realizado tomando como base la evolución de 52 alumnos de tres años del Parvulario de la Salle Bonanova de Barcelona. Durante tres meses se ha analizado el aprendizaje de los niños en una materia de las duras… las matemáticas utilizando para ello aulas multimedia.
A la mitad de los alumnos se les sustituyeron las herramientas tradicionales de aprendizaje -como cuadernos, lápices, libros de texto y pizarras- por un entorno digital compuesto por ordenadores Tablet PC junto a un software de contenidos digitales combinado todo ello con la presencia en las aulas de un proyector y una pizarra digital"

Más adelante, se señala:

"Como principales resultados destaca que el 84,6% de los alumnos que han usado los tablets PC finalizaron la evaluación de trimestre con una puntuación de notable (7 ó más sobre 10) frente al 57,7% de los alumnos de la clase ordinaria. Además, el nivel de superación y evolución personal de cada niño durante el trimestre se ha visto mucho más evidente en los alumnos que han usado herramientas tecnológicas. Asimismo el informe plantea otras ventajas como la incidencia directa de la tecnología en una mayor eficacia de las clases. Por ejemplo, los niños que usaban los ordenadores portátiles realizaron cuatro veces más ejercicios y a su vez los profesores redujeron a la mitad el tiempo de explicación y de corrección.Los alumnos del proyecto Mátic realizaron una evaluación inicial y otra final de matemáticas. Los que usaron los ordenadores portátiles incrementaron la media de 3,4 a 8,5 mientras que los alumnos de clase ordinaria sólo pasaron de 4,7 a 6,9 puntos".

Confieso que la lectura del titular y del resumen de la noticia me dejó algo atribulado. En primer lugar, pensé que no se puede afirmar tan tajantemente que sea el "primer" estudio europeo sobre esta temática con niños pequeños. Hasta donde conozco, desde hace muchos años se lleva estudiando el uso e impacto de los ordenadores en la educación infantil no sólo en el contexto español, sino también de otros países europeos. Por ejemplo, en nuestro país, fue pionero en la aplicación de las TIC a la educación infantil el
Proyecto Grimm que viene funcionando desde mediados de los años noventa del siglo pasado. Véase una descripción del mismo, realizada por su impulsor (el prof. A. Bartolomé de la Univ. de Barcelona). Nació para la educación infantil, aunque hoy se ha extendido también a la educación primaria. En inglés hay muchos informes, estudios y artículos sobre las TIC con niños de educación infantil. A título de muestra os cito el siguiente Supporting learning with ICT in pre-school settings (buscad en Google que seguro encontrareis más).

Pero lo que me ha provocado cierto escepticismo sobre el trabajo que estoy comentando es que responde a un enfoque algo desfasado sobre el estudio de la eficacia educativa de la tecnología.Es decir, quiere demostrar que una herramienta es mejor que otra. Dicho con otras palabras, el estudio parace querer responder de forma "científica" a la pregunta: ¿Aprenden más los niños con herramientas digitales que con los materiales tradicionales de la escuela?

No me parece una pregunta de investigación acertada. Hoy en día sabemos que modificando únicamente la variable "tecnología" en una experiencia de aula, no podemos inferir que los cambios en el aprendizaje sean fruto o consecuencia de la misma. Por ello me pregunto ¿En qué medida podemos estar seguros de que los buenos resultados de aprendizaje se deben al uso de las herramientas digitales?, ¿Se ha controlado si en ambos grupos era el mismo profesor o eran distintos? ¿Las actividades de aprendizaje fueron las mismas en ambos grupos o se realizaron distintas tareas con unos medios y con otros? ¿El nivel de conocimientos previos y características cognitivas de los estudiantes eran iguales en ambos grupos? ...

El conocimiento pedagógico nos indica que influye más en el aprendizaje el método y la práctica docente que el empleo de un medio o artefacto concreto. Por ejemplo, un profesor puede usar en el aula la computadora al servicio de los modelos más tradicionales de enseñanza (transmitir información, elaborar ejercicios repetitivos, cumplimentar test memorísticos). O por el contrario, otro docente puede usar los libros de una forma creativa que les requiera a los alumnos buscar información, analizarla, debatirla, reflexionar sobre la misma de forma individual y colectivamente.

La investigación educativa sobre el impacto de los medios y las tecnologías en la enseñanza ha concluido, hace tiempo, que es más relevante el modelo pedagógico o proceso de enseñanza desarrollado que el tipo particular de tecnología empleado. Por eso considero que es una pregunta de investigación inapropiada (a estas alturas del siglo XXI) querer demostrar que los ordenadores son mejores que los libros o la pizarra para enseñar y aprender. ¡Claró que son herramientas muy potentes y poderosas que permiten hacer muchas más cosas que si utilizamos solamente papeles o pizarras!!!!! Nadie lo pone en duda. Ahora bien, desde un punto de vista educativo puede ser un artefacto con poco o mucho impacto en el aprendizaje según el planteamiento didáctico bajo el cual se emplea en el salón de clase. Lo importante en la eseñanza no son los cacharros o artilugios empleados, sino la calidad de la situación y experiencia educativa que organiza el profesor en su aula

No sé si mis críticas son acertadas ya que necesitaría leer con mayor detenimiento el informe del estudio completo (su marco teórico, sus objetivos de investigación, su metodología de recogida y análisis de datos, su interpretación, etc.). Mis reflexiones anteriores se basan solamente en lo leído en Internet como resumen de estudio. En fin, pido disculpas si me he "enrrollado" o puesto demasiado pedante analizando esta noticia. Pero la misma creo que es un buen pretexto para reflexionar sobre la pregunta inicial: ¿Enseñan más los ordenadores que los libros?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En general pienso que un docente puede hacer maravillas con lapiz y pizarra, pero tampoco se puede negar el mundo de posibilidades que se abren al trabajar con recursos tecnologícos en el aula, por lo cual y de esto estoy seguro que todo pasa por la estrategía planteada.

Por ejemplo, en mi país (Chile), se ha tratado de suplir la poca capacidad que tienen los docentes para crear estrategias y actividades adecuados con millones de recursos tecnológicos en el aula, lo cual no ha significado un avance o un aporte en términos de calidad educativa.

Siempre es necesario tener en claro que los elementos tecnológicos no generan educación de calidad por si solos, así que coincido plenamente en el "Depende" planteado. Saludos.

Anónimo dijo...

No recuerdo quién, ni exactamente qué dijo...pero recuerdo algo así:

"El uso de las nntt no debe hacerce gratuitamente...debe ser una mejora sustancial de lo tradicional...de lo contrario no tiene ni sentido, ni vale la pena."

"Lo que se pueda hacer con una pizarra y una tiza no tiene sentido que se haga con nntt."

Bueno más o menos iban los tiros por ahí...Es que he visto en muchos colegios como el Tablet se usa en sustitución de un boli y un cuaderno...pero no implica cambios didácticos, ni metodológicos...Entonces ¿para qué tantos medios? Reciclado del profesorado...lo que hace falta...
Que hay mucho funcionario...y poco maestro... Si bien, comprendo que esta profesión nos va quemando...y que a ciertas edades y de vuelta de todo, no te da la gana de que te mareen...y que desconfien de las nntt... Si fuera por ellos...seguro que aceptaban jubilaciones anticipadas... (que los hay que tienen los meses, días y horas que les queda para la jubilación...) No es que sean malos profesionales...todo lo contrario...pero están hasta los "xxx" de todo..y con razón...

Karen Montano dijo...

Estoy de acuerdo con lo que los ordenadores, jamás podrán sustituir al ser humano, o ser el centro guia en la enseñanza, más bien considero que se constituyen en una herramienta, con la cual tanto docentes o facilitadores del aprendizaje como los aprendices,establecen un sistema de comunicación y educación para el desarrollo de competencias. Las TIC's, en la educación deben utilizarse bajo un enfoque integral en que los diversos factores involucrados en el proceso de aprendizaje,se interelacionen de una manera efeciente y efectiva para el cumplimiento de fines comunes.

Heriberto Soria Núñez dijo...

Lo que se podría quedar atrás

Si bien las ventajas de educar con tecnología son obvias para legos e instruidos, no podemos decir los mismo de las repercusiones que el subir todo el quehacer educativo en el carro de la tecnología produzca; ¿qué efectos colaterales no previstos, escondidos entre las luces y confeti con que se anuncia a la tecnología educativa pueden surgir?

[1]Los filósofos desde Platón a Postman, han notado que las nuevas tecnologías nunca son bendiciones puras, sus beneficios obvios siempre están acompañados de no tan obvios y a veces desagradables efectos colaterales. Cuando el automóvil reemplazo al carro y al caballo, nadie contemplo que uno de los efectos sería contaminar el aire de las ciudades.

En la búsqueda de proporcionar una explicación más clara de mi punto de vista, recordé una reciente película de dibujos animados llamada Wall-e, en ella el planeta tierra ha sido abandonado por los humanos después de saturarla de basura tecnológica, ahora habitan una gigantesca nave espacial, en la tierra han dejado un ejército de robots que se encargarán de la limpieza de la misma para hacerla habitable nuevamente, mientras tanto la humanidad vagará por el espacio hasta que reciba una muestra inequívoca de que puede volver a la tierra. A bordo de la nave espacial, sin embargo, los humanos no son los protagonistas, lo son grandes cantidades de robots sumamente especializados que se encargan de todo, desde la limpieza, reparación y navegación de la nave, hasta auxiliar a los humanos en lo más mínimo, como ponerse de pie. Los robots creados por el hombre ahora poseían y dominaban su último reducto.

Los hombres y mujeres que habitan la nave espacial han sido deshumanizados por su inutilidad, hasta el grado de carecer de sentimientos y valores netamente humanos como el amor, la autosuperación, solidaridad, ayuda, lealtad, coraje, etc.

Habían estado navegando en el espacio por muchos años, los robots de exploración enviados periódicamente a la tierra no habían podido dar con la señal que les permitiera iniciar el regreso; tal señal era una planta, una muestra inequívoca de que la vida era nuevamente sustentable en la tierra; pero las nuevas generaciones de humanos a bordo de la nave ni siquiera habían oído hablar de las plantas, la computadora central reprodujo entonces para el capitán de la nave, imágenes e información acerca de las plantas, y aquí surge la reflexión: ¿es completo el conocimiento que ese humano (el capitán de la nave) posee de las plantas?

Me permito dar mi propia respuesta presentando otro recuerdo más; es sin embargo el mejor ejemplos que he podido encontrar de lo que es un aprendizaje significativo, y vivencial. Cuando estaba en tercer grado de primaria, mi maestra (maestra Sofía, de imborrable recuerdo)nos hablaba en clase acerca de la sabia en las plantas; como niño de ocho años, para mí las palabras sólo tenían un significado, así que cuando ella mencionó la palabra sabia yo no pude pensar en otra cosa que no fuera la esposa de un viejo de barba blanca muy sabio; pero ¿cómo era posible que la esposa sabia de ese viejo señor sabio, pudiera estar dentro de los tallos de las plantas para alimentarlas y nutrirlas? Mi maestra entonces nos llevó fuera del salón a uno de los jardines de la escuela, en donde crecían sin dificultades (hasta que los niños descubrimos el sabor fresco de su sabia) unos hermosos belenes; ella cortó un tallo por la mitad y sólo dobló otro, en ambos extremos del tallo cortado empezó a brotar agua que nos dio a probar, bebí la sabia, así supe de forma muy vivida y cercana qué era; al día siguiente regresamos al mismo jardín para descubrir que el tallo doblado estaba marchito, así aprendí la función vital de la sabia en las plantas.

Como lo expresa Monke “hay una enorme diferencia entre el aprendizaje sobre algo y el aprendizaje de algo”. La lección importante en la historia anterior estriba en lo imperecedero, trascendental y significativo que resulta el aprendizaje que adquirí de primera mano, gracias a la experimentación vivencial que mi maestra me ofreció, me apropié de significados que percibí por diversos sentidos, por la estreches, cercanía y puedo decir, hasta el sabor de una enseñanza de un humano a otro.

Después de semejante enseñanza, brillante e inspiradora por demás, comprendí perfectamente qué era la sabia, pero también quién era la sabia: mi maestra de tercer grado.

El otro lado de la moneda
La computadora puede darnos grandes cantidades de información, como lo hizo con el capitán de la nave espacial, exigen de nuestros estudiantes nuevas habilidades y destrezas, por nombrar algunas: extraer, filtrar, manipular y sintetizar enormes cantidades de datos de todo tipo. Cierto es que la tecnología, con la computadora a la cabeza de la larga lista de aparatos que conforman su repertorio, es una herramienta fundamental en la enseñanza, es invalorable, como ya se apuntó, en algunos procesos de enseñanza, según lo expresa el mismo Papert: [2] “El punto de inflexión llegó para mí a principios de los años sesenta, cuando los ordenadores alteraron los fundamentos de mi pro¬pio trabajo. Lo que más me impresionó fue que ciertos problemas que eran abstractos y difíciles de comprender se hicieron concre¬tos y transparentes, y ciertos proyectos que me habían parecido in¬teresantes pero demasiado complejos a nivel de ejecución se hicie¬ron manejables”.

Debo enfatizar los valores que la tecnología aporta a la educación, porque no es el propósito de este ensayo el desvirtuar y satanizar a la tecnología educativa, es sin embargo también un deber exponer algunos de los riesgos inherentes a ésta, no soy un detractor de la tecnología, me beneficio de ella y enriquezco mi quehacer docente cada día con su uso; tampoco soy un promotor a ciegas de sus grandes beneficios, más bien me llamaría un usuario consciente, por ello difiero del entusiasmo con que Papert propone el uso de la tecnología educativa, creo que en su buen análisis de las ventajas, pasa por alto aquellos factores fundamentales de la educación que no son explícitamente favorecidos por la tecnología, a continuación una lista de algunos de ellos extraída de: Computadoras en Educación: la Red y el Arado de Lowell Monke:
• La búsqueda de la verdad
• La comprensión de grandes ideas
• La generación de nuevas ideas
• El descubrimiento del significado (que no significa nada para la computadora)
• El uso del buen juicio
• El ejercicio de la madurez emocional (piénsese en cómo la gente usa el correo electrónico para responder a los ataques por el mismo medio)
• El desarrollo de la sabiduría



Conclusiones

Vallamos adelante en el uso de la tecnología educativa, explotemos al máximo las posibilidades que nos ofrece en beneficio de nuestros estudiantes y de la sociedad en general, pero mantengámonos alerta, indaguemos, reflexionemos y propongamos soluciones responsables a las repercusiones negativas, porque es imposible negar que las tiene.

Propongo una visión más objetiva, un uso extenso pero reflexionado y siempre vigilado de la computadora como herramienta de apoyo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

No podemos abandonarnos y abandonar la educación de nuestros niños a la tecnología y dejar con ello en el camino el futuro de nuestra sociedad , tecnificada pero desvalorizada. No debemos supeditar a la tecnología el amoroso cuidado con el que el hombre transmite conocimientos y humaniza a las nuevas generaciones y le da sentido a su propia vida, a la de sus descendientes y su sociedad.


REFERENCIAS

[1] Monke, Lowell. (1996). Computadoras en la educación: la red y el arado. 2
http://contexto-educativo.com.ar/2000/3/nota-3.htm

[2] Papert, S. (1995). La máquina de los niños, replantearse la educación en la era de los ordenadores. Barcelona: Paidós. Capítulo I. 9